TENDENCIAS DEPORTIVAS
El concepto sobre Tendencias
Los motores de la
conducta, según Lersch: P. Lersch, en su notable obra “estructura de la Personalidad ”, hace
un análisis detallado de los factores que determinan nuestros actos. Las tendencias – afirma – son las que ponen
en marcha la vida anímica. La vida anímica, como toda la vida, está dirigida a
la realización de las posibilidades del ser: desarrollo, conservación,
configuración. [1]
Las tendencias se dirigen a la consecución de un
estado todavía inexistente y se hallan siempre presentes en la dirección y
configuración de la vida. Cada tendencia es experimentada en una forma
subjetiva especial. En cada tendencia sentimos un estado de defecto, de
necesidad, que queremos superar; así ocurre en el hambre, en la sed y también
en la necesidad de estimación, en el deseo de poder, en las necesidades
sentimentales o metafísicas.
El concepto de necesidad circunscribe del modo más
general e inespecífico la tonalidad fundamental que matiza todas las
tendencias. Además, la tendencia se proyecta hacia el futuro, tiene una
finalidad en forma de meta que debe alcanzarse, aunque a veces el sujeto
percibe esto sólo en forma oscura y difusa.
La competencia deportiva es una situación
típicamente emocional y, como tal, pone de manifiesto las tendencias propias de
cada sujeto. A esta expresión individual de tendencias debe agregarse la influencia
extraordinaria de los factores sociales, representados por las influencias que
actúan en la situación deportiva y que pueden llegar a provocar una
exacerbación de tendencias agresivas.
Se habla de tendencia como
una propensión o inclinación hacia
determinados fines o doctrinas. Es algo que se dirige a alguna parte. Generalmente se llama así a las modas o a las
nuevas corrientes que se vislumbran como determinantes y que pueden marcar las
formas de relacionarse, vestirse o a los usos de una sociedad. [2]
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